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Alberto Rodríguez

A bolillazo limpio

A bolillazo limpio

El Profesor Bolillo, ebrio, celoso, mal humorada, golpea a su acompañante en un lugar público, una mujer desconocida, de la que no hay fotos, ni videos, ni nombre, que ni siquiera ha interpuesto demanda. El Profesor pide disculpas y renuncia a su cargo de seleccionador del equipo de Colombia. Una senadora sale a defenderlo. Las mujeres le piden que renuncie. Un directivo de la federación aporta una tesis nacional, hay quienes merecen ser golpeados. Los hinchas aplauden.

El Profesor Bolillo no cree en aquello de que a una mujer no se la golpea ni con el pétalo de una rosa. El debe preferir un guayo o una llave inglesa. El hecho fue que le cascó. Por supuesto entiendo la indignación de las mujeres. Los hombres deberíamos estar tan indignados o más, sin embargo según la última encuesta medio país – el de los hombres - ya perdonó al Profesor. Generosos que somos los hinchas. ¿Y saben por qué? Porque pensamos en el futbol, en eso que une la patria, en la identidad, en la camiseta nacional, en el pundonor deportivo, en dejar en alto el nombre, en la camiseta tricolor.   

La Senadora antioqueña Liliana Rendón, encontró en el incidente una oportunidad para hacerse un poco de publicidad. Dijo que, las mujeres joden mucho y que si  buscan, encuentran. Se puso del lado del Profesor y de todos los hombres que golpean a las mujeres. Últimamente su tráfico en Google ha aumentado. Que se haya echado a todas las otras mujeres encima, bueno es el costo de su estrategia.

La federación de fútbol está dividida, entre quienes defienden al Profesor en público y entre quienes lo hacen en privado. Han aplazado cualquier decisión respecto a la aceptación de la  renuncia. Quitar al Bolillo ahora es desestabilizar la inversión deportiva en un proceso de formación del equipo que iría al próximo mundial. Eso hay que pensarlo. El dilema es sencillo: el fútbol o las mujeres.

Las mujeres, entre ellas las de las bancadas congresionales, piden que el Profesor se vaya. Hoy en las cámaras le sacaron tarjeta roja.

Yo sí creo que el Profesor Bolillo debe irse, es más, si volvés a pegarle a una mujer “te parto la cara marica”. También se debe ir Víctor González, por bruto. El deslenguado en una emisora dijo que si el Profesor le hubiera roto la cara a Piedad Córdoba, medio país estaría aplaudiendo.

¿No será que la que estaba esa noche con el Profesor en el rumbeadero era Liliana?

 

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