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Alberto Rodríguez

La carretera

La carretera

     ¡Viva! desaparecieron los guiones. No se necesitan. Corman McCarthy hizo desparecer los nombres propios y las ciudades. Hace los diálogos sin atribución, limpios, cortantes. A veces parecería que la novela hubiera salido de un guión. Como los primitivos hombres del comienzo, estos del final, dependen en su nomadismo del fuego.           

                               -  ¿Dónde está? 

                             -   Yo no sé dónde está el fuego.

                             -  Sí que lo sabes. Está en tu interior. Siempre ha estado ahí. Yo lo veo.

Para el padre y el hijo, no se trata de salir del Estado, ir al sur, llegar a la costa. No van a ninguna parte, ya han llegado, están en el infierno y lo saben. El mayor peligro entonces será encontrarse con otros seres humanos, que les darán muerte para comerlos.

La diferencia entre los primeros y últimos primitivos, es que ahora llevan un carrito de supermercado. Eso fue lo que quedó. Padre e hijo, sin nombre ya, ni siquiera una letra como en Kafka. La Carretera es el tercer personaje.

Paul Aster imaginó el final en un lapso anterior – El país de las últimas cosas – donde la descomposición que reprimitiviza – factor de prehistoria – las relaciones de posesión del espacio y las relaciones de humanidad corresponde al final de la vida urbana, antes del nomadismo. Con el libro de McCarthy, la historia tiene el oscuro privilegio de mostrar cómo es eso del retorno.

      Comeos los unos a los otros, ya no será una bárbara orden, que se de a pesar del dios bárbaro al que le correspondió tutelarnos,  sino una opción de sobrevivir. Lo último en desparecer será el hombre, ya desapareció la vida vegetal – la tierra es una oscura superficie calcinada, envuelta en bruma tóxica -, y la vida animal. Podrán entonces caminar por lo que antes fue el Estado de Nuevo México, durante días enteros, sin encontrarse con nadie.

La mayor hazaña de la novela es no encontrase con los otros, con los malos dice el chico, y la mayor hazaña individual, es que su padre nade veinte metros, hasta un barco encallado en el oscuro mar, para ir a traer una pistola de bengalas que ilumine el fin del mundo.

 

 

 

1 comentario

Andor -

En serio? Hablamos de esa obra brutal dónde en cada líena se respira el desespero y la angustia y el dolor?
Es en serio?
Te interesa más la forma en qué es escrita antes que lo que describe? En serio? Qué es eso de calificar los mayores logros de la novela y del eprsonaje? Dónde está la pasión?
La Carretera es un libro desbordante Alberto, un libro que no te habla de blancos ni de negros sino de la naturaleza maldita del ser humano en cualquier situación.
Dónde quedó la pasión Alberto?