Vicky Cristina Barcelona
Para ver lo que vimos en la última película de Woody Allen, nos quedamos con Almodóvar. Es una película que se toma demasiado en serio a sí misma, que no alcanza a ser drama pero tampoco comedia. Un culebrón con promoción turística incluida, que nunca encontró su punto de gracia.
La municipalidad de Barcelona le puso un millón y medio de euros en la bolsa a Woody Allen, para que hiciera su película. Imaginamos que hubo algunas pequeñas contraprestaciones que Allen se vio impelido a aceptar. Por ejemplo, que Barcelona obtuviera un poco de imagen como ciudad, que eventualmente sirviera para que más turistas vinieran a visitarla.
Vicky Cristina es una película, para quienes gustan de las comparaciones, sin la adrenalina de la impunidad criminal, que le inyecta al espectador Match Point. Es una repetición muy poco brillante, del único tema de Allen, las eternas ganas de los hombres y las mujeres entre sí.
El marco de la historia: un matrimonio imperfecto, como todos. Una histérica y un mucho mejor seductor que pintor, ahora separados. Un par de turistas americanas. Un matrimonio que comienza, y un matrimonio aburrido, el de los anfitriones de las turistas. La película es el intento de aparearlos a todos, o a casi todos, sin mayores consecuencias.
Cuando María Helena entra como una loca con el revolver a casa de Juan Antonio, que finalmente va a llevarse a la recién casada Vicky a la cama, lo que le hubiera servido al guión, es que efectivamente matara a la gringa. Así la película habría terminado con Maria Helena en la cárcel, y Juan Antonio y Cristina en el entierro de Vicky, en un cementerio barcelonés, que debería haberse incluido en la promoción. Al menos habría ganado tono de drama, un mal drama desde luego, refritado de la mejor tradición de culebrones latinos.
¿El comienzo de la decadencia de Woody Allen? Ningún artista está obligado a ser regular en la producción de sus obras. Al fin y al cabo él hace su cine, porque es lo único que lo hace feliz. Y si lo hace feliz rodar culebrones en Barcelona, pues qué se le va a hacer. Los espectadores fieles sabrán soportar las infidelidades para con la calidad de las resultados, de quien ha sido capaz de hacer algo como Startdust memories (Recuerdos) o el Testaferro.
2 comentarios
jaime Co -
Ana Maria Gomez -
La actuación de Penélope es un poco exagerada pero vale.
Saludo,
Ana María