Blogia
Alberto Rodríguez

Manzanas aisladas y casos podridos

Manzanas aisladas y casos podridos  

No es que el poder corruptor de la maphia haya conseguido, como un ejército enemigo, infiltrar la inteligencia, la seguridad y el estamento militar, para poner a algunos miembros de las Fuerzas Armadas al servicio del negocio. Es que el poder corruptor encontró en las Fuerzas Armadas el clima y las condiciones de mercado para corromper a quien vaya siendo necesario corromper. La maphia sabe que los militares tienen precio y además tiene la cantidad de dinero para poder comprar los que se necesiten. Quien no tenga precio que tire la primera piedra.

  

Nadie, fuera de las Fuerzas Armadas, sabrá cuántos de sus miembros, de alta, media y baja graduación se han cambiado de equipo sin quitarse el uniforme. Al parecer existiría una simbiosis desarrollada bajo el clima estimulante del negocio, que explicaría el aumento intranquilizante del número de manzanas podridas – según expresión del Ministro Santos – y los cada vez menos aislados casos aislados. De seguir así, cada vez van a ser más aislados los casos de oficiales que no trabajen para la maphia.

   El caso del Coronel Byron Carvajal, el Comandante del Batallón de Alta montaña, que ejecutó la operación limpieza en Jamundí, y que costó la vida a diez miembros del CTI, es un paradigma de la corrupción mafiosa de origen militar. Hoy su ex mujer es el principal testigo de cargo en el proceso. Ha contado que los maphiosos llegaban a su casa con los bultos de dólares para guardarlos. Carvajales hay muchos en las Fuerzas Armadas, casos aislados naturalmente, que en ningún caso comprometen la transparencia institucional. 

La prueba de la transparencia institucional con que la Fuerzas Militares han obrado en todo este proceso tan delicado, es que han sido ellas mismas las que han iniciado las investigaciones y han ordenado los retiros, como si una vez la sociedad civil enterada por los medios, de las flagrancias con que operan los filtrados y los infiltrados, pudiera hacer cosa distinta. La gracia sería que la Fuerzas Armadas hicieran exactamente lo mismo, en situación de que nadie en la sociedad civil se enterase del productivo concubinato de las manzanas.  

Cada vez que se destapa un bulto aparecen más manzanas podridas, seguramente no han sido retiradas ni tan rápido ni tan a tiempo como para que no afecten a las otras. Presuponemos la dimensión corruptora de la maphia y el paramilitarismo, aunque ignoramos la dimensión de las predisposiciones internas que hacen de las   Fuerzas Armadas un organismo tan permeable y corruptible, como el DAS de Noguera o la Fiscalía de Luis Camilo Osorio. Ya no es claro si los sectores permeables de las Fuerzas Armadas están para defender a la sociedad de la maphia o para proteger a la maphia de la sociedad civil. Al paso que vamos, serán los miembros no comprometidos en labores de cooperación con la maphia, los que puedan ser legítimamente mostrados como casos aislados por el Ministro Santos.     

0 comentarios