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Alberto Rodríguez

Lugar común en la prensa

Lugar común en la prensa

  “Fuentes acreditadas” del gobierno no “dieron crédito”, según declaración del Ministro durante el “importante certamen”  donde se congregaron las “fuerzas vivas“ de la región, a la “ola de rumores” originada en el “revés sufrido” por los pequeños accionistas que “invirtieron sus ahorros de toda la vida” en un proyecto manejado por “delincuentes de cuello blanco”.

Fue en un “absurdo accidente” en el que el “distinguido miembro de nuestra sociedad” “perdió la vida”.  Aun así, su “nombre ha quedado enlodado” por los vínculos de su compañía con "polémicos empresarios" de “dudosa conducta”, que “manejaron los hilos” de la operación, para “birlar a incautos” ciudadanos una “astronómica suma”.

Por “fuentes de alta fidelidad” que nos “han pedido la reserva”, “este diario” ha conocido de los “inescrupulosos manejos”, que una “élite financiera” dio a los fondos en cuestión. Off the record nos enteramos de la “investigación exhaustiva” ordenada por la Superintendencia, que “en buena hora” ha “tomado cartas en el asunto”. “Ya era tiempo” de que la “autoridad competente” no fuera tan incompetente.

Lo que “por ahora podemos decir” es que “el alto gobierno” ha asegurado “hacer cumplir” la “normatividad vigente” en materia de control financiero, para que “caiga el peso de la ley”, sin “ninguna vacilación”, sobre quien se “descubra responsable” del “abominable acto” criminal, contra “ciudadanos de a pie”.

En “los mentideros políticos” se murmura que hay “serios indicios” acerca de los “responsables del ilícito”, “que en próximas horas” serían “puestos a órdenes de la autoridad competente”. Las pruebas que “reposan en el juzgado”, conseguidas con “ingentes esfuerzos”, serían  base de un proceso que “revelaría en primera instancia”, los “efectos devastadores” de la “jugada económica” con que “conspicuos miembros” de las “familias bien” de nuestra “alta sociedad”, intervinieron con  “suicida audacia” el mercado de valores.  

De lo acontecido se “extraen lecciones” importantes. En “materia de dineros” “es mejor pecar” de desconfiados, que   de ingenuos. Las pirámides y sus derivados son para “coger con pinzas”. “De eso tan bueno no dan tanto”. “Que nos sirva de lección”. “No se puede confiar en nadie”. A los pequeños inversionistas, “mal aconsejados”, “se les abrió la agalla”, y ahora son víctimas de “su propio invento”.

“Valga insistir” para no tener que “volver a lamentar”, en que el Gobierno y las Cortes “se apersonen del asunto”, “metan basa”, “tomen medidas”, para que no vuelva a repetirse. Se necesita una “acción decidida”, “mano fuerte” para “meter en cintura” a las “fuerzas oscuras” de la economía. Porque “una cosa es libertad y otra libertinaje”; nuestro “amado país” “está en mora” de “alzarse como un solo hombre” a “reclamar sus derechos inalienables”.

Y que no suceda como en los “anales de la historia” colombiana, que los “hombres visionarios” que tuvieron el honor de llevar “la tea de la libertad”, terminaron, “las más de las veces” en las “mazmorras del régimen”. Sin alguien que a la "hora de morir" les hubiera acercado un vaso del "preciado líquido".

 


“La dirección editorial no comparte el contenido de la anterior columna, que es de exclusiva responsabilidad de su autor”.  

 

 

 

 

 

 

3 comentarios

jose luis -

ante ejemplos tan vacíos de contenido y lo peor es que la mayoría de los lectores entienden los que dice el periodista, no tengo otra opción que ser mas cuidadoso de lo que escribo.

Ana Rita Jordán -

Estoy segura de haber leído los lugares comunes señalados en el escrito en noticias de cualquier índole.
Además, la nota de alerta donde la editorial no comparte el contenido de la columna, se la sabe uno de memoria.

Rosa Matilde Nieto -

No necesito conocer el nombre del autor. Puede ser cualquiera de nuestros "ilustres padres de la patria" que de cultura poquito gracias.Jamas se ha leído un libro de buena literatura. Produce "Vergüenza ajena".