Otro 11-S
Hoy la prensa del mundo le da espacio a una noticia gorda. Estaríamos a horas del ataque que USA desataría sobre Siria (¿otro 11-S?). Una forma justiciera de castigar al gobierno de quien fue capaz de utilizar armas químicas contra su propio pueblo. Pasó la raya, está bien cien mil muertos, pero no está bien que se utilice el sarín. Alguien debe decirle al matón Al Asad: ¡ya, vete a la mierda!
El gobierno de Al Asad ha hecho correr el rumor de que quien realizó el ataque con gas sarín contra el pueblo sirio, fueron los propios Estados Unidos, a través de mercenarios, algunos de los 88 mil que combaten en Siria. Con el propósito de crear las condiciones para entrar.
Pese a lo anterior, ratificado también en la prensa de hoy por el Embajador sirio en Venezuela, no creo que los estados Unidos lo hayan hecho, no porque no puedan ( tiraron una bomba en Hiroshima y otra en Nagasaki) sino porque no les conviene. Lo último que USA quisiera sería intervenir en Siria, haga lo que haga, los costos los van a sobrepasar. Si el ataque es fulminante, como en Irak, la primera y la segunda vez, y termina en un bombardeo quirúrgico de bases, aviones, centros de comunicaciones, aeropuertos, bodegas, terminales de combustible, tal vez le dé el empujón que Al Asad necesita para caer. Pero ante la caída de su gobierno, lo que se viene es una ofensiva de los agentes de Al Qaeda que pelean del lado de la resistencia, con lo que el próximo gobierno podría quedar en manos de sus peores enemigos.
Si el ataque no es fulminante, sino más bien una advertencia contundente, el mensaje que se habrá enviado a Rusia, China, Irán y Corea del Norte, será un mensaje de debilidad, que no haría más que reforzar la idea de que el costo de una guerra es suficiente para disuadir a los Estados Unidos de una intervención, en la que no se está jugando más que una casilla del tablero geopolítico.
A partir de mañana el Congreso de USA deberá examinar las condiciones y las consecuencias tácticas y estratégicas, antes de dar o no dar la autorización al presidente de que proceda. El Negro debe estar rezando para que el Congreso en un acto patriótico de sensatez desista de la intervención, que tras la cumbre del G-20 apoyan veinte países.
Qué importan los derechos humanos en Siria, los sobrevivientes, los refugiados, los niños, las víctimas del gas sarín. Por ahora, que Dios salve a los Estados Unidos de América - si es que puede - de meterse en otro lodazal, del que salpicaría barro sangriento de Turquía a Egipto, y de Israel a Irán. A veces el Congreso norteamericano muestra más poder que el mismo dios
Hoy en el mediterráneo oriental se vieron cinco fragatas de la sexta flota de USA, y cinco fragatas de la flota rusa. En el Golfo Pérsico también ondea la bandera norteamericana en los barcos de la quinta flota.
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