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Alberto Rodríguez

El chuzador más grande del mundo

El chuzador más grande del mundo

 Que Obama, sea el Premio Nobel de la paz, y por más señas, el Presidente de USA, no quita que al tiempo sea el primer chuzador del mundo. Lo oye todo, lo escucha, todo lo controla. Una prerrogativa tecnológica que solo comparte con los chinos, que también lo saben todo. El único que ha chuzado al Negro es Julián Assange, que hoy se encuentra prisionero en la Embajada del Ecuador en Londres.

¿Con que autoridad USA podría juzgar a Assange y a Snowden, si el Presidente de los Estados Unidos, espía a sus enemigos y a sus amigos? ¿Qué otra cosa que un linchamiento podrían espera de caer en manos norteamericanas? Como una caterva de homosexuales homófobos que linchan a un travesti.

¿Juego sucio o avance tecnológico? Los Estados Unidos tienen una plataforma activa para capturar todas las comunicaciones del mundo, en un cierto espectro, lo cual quiere decir que un correo que usted escriba, una llamada telefónica, un chat, una  video conferencia, una publicación en una web o un blog, pasan por el control del sistema de comunicaciones de la ANS (Agencia de seguridad nacional). Un agencia que se fortaleció después del 11-S, con la justificación de que las amenazas contra los Estados Unidos, ameritan un sistema de intervención global. Assange ha confirmado que el 95% de las comunicaciones de América Latina pasa por USA.

La fantasía de Orwell en 1984 se ha cumplido. La realidad ha hecho palidecer la ficción. Nada escapa del gran ojo, del big brother, que apenas si encuentra contendor para matonear libremente en cualquier otro barrio, en los matones chinos que tienen la tecnología para espiar a Obama, para intervenir en el sistema del Pentágono.

Nada en el futuro va evitar que las comunicaciones en el mundo sigan siendo confidenciales, estamos ad portas de lo que se ha vaticinado como la guerra informática. La próxima guerra mundial se hará entre computadores. Bastaría un golpe contundente a los grandes aeropuertos del mundo para sembrar el terror y el desconcierto en un día.

 

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