La contradictoria unidad del Polo
¿Hasta cuándo podrá Papá Noel sostener la unidad del Polo Democrático? El Polo está menos unido que lo que sería necesario. Lo saben dentro del Polo y lo sabemos quienes estamos afuera. La atmósfera política se ha ionizado, la colcha democrática de retazos está polarizada. No es un frente, tampoco un partido. Es una alianza pacientemente anudada entre el extremoizquierdismo infantil, el sindicalismo rojo y pálido, la social democracia tropical, mucho liberalismo, izquierdismo inteligente y demócratas silvestres. Para evitar que la colcha se rasgue es necesario un acto de equilibrismo de autoridad, que medie entre los apetitos de quienes ya han saboreado el poder. Ya saben que una cosa es hacer oposición desde la izquierda y otra cosa es gobernar como izquierda, para bien y para mal. Gobernar es gobernar. El destino habitual de nuestros movimientos políticos es la división. El Polo quiere seguir gobernando. Garzón está convencido que su alcaldía es el pasaporte a la candidatura a la presidencia. Y tiene razón. El Polo electoralmente hablando pesa más que el Partido Liberal. En estas elecciones tiene una obligación política, volverle a ganar al liberalismo. Eso le significará liderazgo en la oposición contra Uribe, que es de lo que vive. Nunca una oposición había tenido tantos y tan profundos motivos para convertirse en opción legítima. Samuel Moreno ganó la consulta interna en Bogotá, contra Navarro, Petro y Garzón. Robledo, Dussan y Moreno midieron fuerzas. Fue una división por una candidatura externa. Uno no sabe si Doña Emma es la que funge de fórmula vicepresidencial de Serpa o de candidata a la alcaldía de Bogotá por el Polo. La candidatura importada se debió a que para Navarro y Petro, la Señora es la única que podría enfrentar exitosamente a Peñalosa. Por supuesto que esa división es propia de cualquier organización política. Pero es una división curiosa, basada en la idea de que para ganarle a Peñalosa es mejor una candidata liberal que un candidato del Polo. ¿Juegan a ganador? Quienes votaron la consulta interna piensan lo contrario. Papá Noel jugando a ser neutral no lo hace mal. Quizás el Polo no se divida antes de elecciones. De los resultados va a depender la futura cohesión. Si le va mal habrá muchos más motivos para restregarse el fracaso y propiciar la división. Si les va bien, los cargos, el margen administrativo y de gestión, los tendrá unidos por razones de Estado. Gobernar es gobernar. Hoy las encuestas señalan a Moreno – que era el candidato de López - tres o cuatro puntos por encima de Peñalosa, el candidato de Uribe. ¿Qué estará pensando el “ala liberal” del Polo que vaticinó que ir con Samuel equivalía a perder? Todavía tiene un margen de tres meses para que la historia les de o les quite la razón.
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