Primero amar a la patria, segundo amar a la patria y tercero amar a la patria, por encima de todas las cosas
“Veintijuliero” es una palabra que designa a una persona o acto grandilocuente, retórico, populachero, demagógico, promesero, populista, ridículo, impostado. Inmerecida connotación a la fecha patria, pero útil para caricaturizar la mala conciencia de los políticos y los gobernantes. Por ejemplo, es veintijuliera la visita de Uribe y sus dignatarios a San Andrés y Providencia, durante la celebración del veinte de julio. ¡Oh júbilo inmortal!
La reclamación nicaragüense contra Colombia en la Corte Internacional de la Haya despertó súbitos sentimientos celebratorios en el gobierno, suficientes para que el Presidente y sus Ministros se hayan puesto de punto en blanco para hacer presencia en la islas, por primera vez en un 20 de julio, ejerciendo – según ellos - un “acto de soberanía”, el lugar común más veintijuliero. Lo malo no es que hayan ido, desde luego, lo malo es que vayan a celebrar la fecha cuando el archipiélago es objeto de una reclamación. Si no hubiera habido demanda no habrían ido. El carácter más político que jurídico de la reclamación nicaragüense no le quita el carácter veintijuliero a la visita; es un acto de patriótica hipocresía, de impostada cortesía para con los isleños, más que de soberanía.
Un segundo caso. El Presidente anunció en su discurso de instalación del Congreso, la reducción de la fumigación aérea – un mensaje para el Congreso de los Estados Unidos -, no sólo para intentar atajar las consecuencias de la falta de tacto, de palabra y de política, en las relaciones con el Ecuador, sino porque no es una estrategia que sirva. Eso no lo va decir el gobierno, pero entonces ¿por qué más se descartaría dentro de la lógica política del Plan Colombia? Mírese la disparidad de resultados de erradicación de cultivos que manejan la CIA y la DEA, respecto a los optimistas datos del gobierno. Ahora, de hecho, hay menos presupuesto para fumigaciones, tanto por la reducción de recursos, como por la ampliación de los recursos de inversión social. Se desprende de la declaración veintijuliera, que la estrategia de erradicación en Colombia, queda en manos de los soldados, los colonos y los mercenarios. Todos expuestos al riesgo de las minas anti erradicación conque las FARC protege sus cultivos.
El Partido Liberal, que no podía quedarse atrás, también hizo gala de su espíritu veintijuliero. Como una forma, en primer lugar, de aquilatar la oposición a Uribe, le pareció prudente proponer la revocatoria de la ley de reelección presidencial, el 20 de julio. Y en segundo lugar, para precaverse contra cualquier tentación chavista de Uribe por atornillarse al poder. Mandaron al Cristico a decir que no más reelección. No fue Gaviria, el que en un escenario distinto al del 20 de julio, saliera a proponerlo. ¿Qué habría dicho López? tendrán que preguntar de ahora en adelante. Pobre Colombia, ahora que ya no tiene quien la haga pensar.
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