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Alberto Rodríguez

¿Quiénes deben hacer parte de una comisión de la verdad?

¿Quiénes deben hacer parte de una comisión de la verdad?

Nunca una comisión de la verdad, en ningún país ha llegado a la verdad civil integral sobre las monstruosidades de las que las encargan investigar, porque, “el país necesita conocer la verdad, las víctimas necesitan conocer la verdad, la justicia necesita conocer la verdad”. Todos necesitan conocer la verdad. Aunque si llegáramos a conocer toda la verdad nos haríamos imperdonables.

La sociedad civil ha tenido que hacer suyo  el compromiso, que tiene mucho de religioso en el mal sentido, de conocer la verdad para perdonar. Si no dicen toda la verdad, no perdonamos, sin advertir que el resultado podría ser que al conocer toda la verdad, resultara imposible perdonar. Sí, conocer de la verdad para ensayar un “olvido” imposible, que hiciera que el pasado dejara de pesar sobre el presente, para hacer posible cualquier perdón de carácter colectivo. Apagar la historia por un minuto, a la manera de una “ley de punto final” y reiniciarla, para que la verdad brille, sobre el mal, y se inicie una era nueva, sin la acuciante amenaza diaria del conflicto.

Después de conocer la verdad con carácter extrajudicial, contenida en los testimonios rendidos a la comisión, con o sin nombres de los responsables, en el poder seguirán los victimarios. El poder mafioso, el poder de las bandas criminales, el poder de las pandillas políticas, el poder de los victimarios de Estado, el poder de los dueños de tierra – así haya cambiado de manos tras el conflicto –, el poder del empresariado que financió el paramilitarismo, el poder de las transnacionales, el poder de los corruptos en el Estado. La diferencia será que las FARC, como pandilla política, abanderada en un movimiento “democrático, popular, renovador, progresista, patriótico ” irá a elecciones en los mismos pueblos que antes asolaron, irán a las mismas asambleas en donde secuestraron diputados, e irán con circunscripción electoral al mismo Congreso, que alguna vez tuvo un 35% de representantes de los paramilitares.

Para las víctimas, los siete millones de desplazados, los miles de mutilados, los que perdieron la tierra, los que sirvieron de señuelos para los falsos positivos, las mujeres sexualmente agredidas, los liberados de los campos de concentración, los indígenas masacrados, los policías emboscados, la verdad les significará más dolor,  más escarnio, un advenimiento testimonial doloroso, tal vez necesario, pero no suficiente, para ser el  garante de la reparación moral y material.

No tendremos la verdad, de una comisión conformada por victimarios. Una comisión que no podrá decir toda la verdad, que nos dirá verdades a medias y que nos dejará tres tomos gruesos con los testimonios de las víctimas. A juzgar por la reacción de los diferentes victimarios ante el proceso de restitución de tierras, casi con seguridad diríamos que la reparación se va a ver muy bien en los “protocolos del pos conflicto”, pero no cubrirá a la totalidad de las víctimas, porque no va a haber responsables integrales que reparen de conformidad al daño. Tendremos procesos eternos, restituciones imposibles, retornos improbables, garantías a medias, una reparación que será una burla simbólica a los despojos de guerra.

No es políticamente correcto oponerse a que haya una “comisión de la verdad”, una vez se firme el acuerdo para la terminación del fin del conflicto (incluso antes). Casi todos coincidimos. Pero, sin embargo, yo no pondría todas las castañas al fuego por los actores de la comisión que van a torear la monstruosidad histórica. Tal como nos lo han hecho saber, la comisión estaría conformada por tres miembros del estado, tres miembros de las FARC, y tres miembros cooptados por los seis anteriores.

¿No tendría más sentido que fuera entre víctimas y victimarios quienes seleccionaran el grupo de ciudadanos que tienen la tarea de desentrañar la verdad?  Si de entrada se excluye a los representantes de las víctimas, los más interesados en conocer la verdad, lo que sea que nos vaya a entregar la comisión, al cabo de tres o cuatro años de trabajo, será algo más parecido a la verdad de los victimarios.  

1 comentario

Rosamatilde Nieto -

Menudo problema el que enfrentamos. Yo me pregunto: Quien va a abrir los corazones de todos los colombianos que en diferentes conversaciones sociales dijimos "la única solución para los problemas de este país es que maten a ese señor" o "es que la única solución es que Carlos Castaño siga haciendo lo que esta haciendo" o "es que la unica solución es que las Farc secuestren y apliqune un impuesto a esos ricos oligarcas". Quienes de nosotros estamos dispuestos, para hacer un ejercicio de reconciliación en este país, a admitir que toda esta pesadilla que estamos viviendo tiene que ver con cosas que cada uno de nosotros hemos hecho o dicho explicita o implícitamente, abierta o tácitamente a formas de violencia que nos han destruido. Para mi esta es la verdadera "Comisión de la Verdad"