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Alberto Rodríguez

After dark: una novela del “tiempo oscuro”

After dark: una novela del “tiempo oscuro”

"Las entradas secretas en la oscuridad, en el intervalo entre la medianoche y el momento en que en el cielo crece la luz, ocurren en un momento que nadie puede predecir, cuándo o dónde los abismos se tragan a las personas, o cuándo y dónde las van a escupir”. Haruki Murakami.

La novela transcurre, entre faltando cuatro minutos para la media noche y termina, siete minutos antes de las siete de la mañana, en un suburbio de Tokyo donde funcionan lovehotels. Murakami cruza  seis historias en un lapso de siete horas. Junto a la entrada por capítulo, hay un reloj con la hora. Es una novela del tiempo, es decir una novela misteriosa.

Los “trucos bizarros” de Murakami, son libertades creativas como las de Kafka, G.H Wells, L. Carroll  y Rushdie, que habiendo colmado de realismo la escena, son capaces de filtrar un chorro poderoso de fantasía que termina irrigando el pobre cerebro del lector. 

After Dark utiliza el recurso del mundo paralelo. Mari Asai, tiene una hermana que duerme, llamada Eri Asai. Solo duerme, pero mientras duerme, sucede que por alguna particular razón se transporta a otra habitación, donde queda prisionera, como si estuviera en una burbuja externa a su tiempo. Un mundo igual, al otro lado de la pantalla, que se conecta con este, por un tiempo que fluye. El depredador de prostitutas encuentra que su imagen permanece en el espejo del baño, incluso después de haber dejado el room.

El poder de la fantasía de After dark está en la calidad paradójica del relato. Las dos hermanas se diferencian en que la una duerme y la otra no, aparentemente en un mismo tiempo y en una misma ciudad. Lo paradójico es que aun suponiendo que lo que pasa a Eri Asai, no sea más que un sueño, pueda ser contado con credibilidad por un narrador inmoderadamente omnisciente. Y si no lo es, entonces es por el sueño que se accede al otro lado del tiempo, en el que el tiempo transcurre como a este lado, pero al revés. En el caso de Mari Asai, una noche, harta de estar en su casa – este mundo -, se pone su cachucha de beisbolista, toma el morral y se larga a un Denny, al otro lado de la ciudad – el otro mundo –, donde quiere estar leyendo y fumando mientras escucha “un zumbido sin vicisitudes, monótono, aunque lleno de presentimientos”.

El lovehotel – de la novela de Murakami se llama Alphaville, seguramente inspirado en la película del mismo nombre de Godard (1965).  Godard inventa una distopía en la que los dos mundos ya no se distinguen.

Lector: en After dark usted se encontrará con el artilugio de los dos universos, un artilugio del “tiempo oscuro”. ¿De qué lado del tiempo estamos? Una novela que traga y escupe a sus personajes, en el intervalo totalmente misterioso, en que los mundos paralelos se tocan en un mismo tiempo.   

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