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Alberto Rodríguez

Manual para blogueros

Manual para blogueros

Joani Sánchez y yo comenzamos a hacer blog en abril del 2007. Mientras el mejor de mis días me trae cien visitantes. En una semana a ella la pueden leer cuatro millones de personas.

La tarea de un blog, consiste en la persistencia y en tener que decir. En muchos casos ambas cosas no se llevan bien. Me explico, actualizar al día, no basta para que salga una columna. Se necesita decir algo. Y decirlo a partir de un tono que se le da al blog, pensando en los lectores. Que los tenga, para la mayoría de blogs, es algo más que improbable, en una blogosfera de cien millones de blogueros.

Hay dos clases de blogueros, los que escriben para la platea, y los que escriben para sí mismos. Los primeros se toman en serio lo de la red social de escritura, los segundos escriben diarios. Ambas actitudes son completamente respetables. Los primeros, necesariamente entran en el asunto de caracterizar su escritura, como algo que se hace para otros. Los segundos, son más libres, pueden hacer lo que les dé la gana. Publicar un documento de cinco páginas, en punto once, con las más enjundiosas disquisiciones metafísicas y poéticas, con errores de sintaxis e indigerible para cualquier mortal alfabetizado.   

El ejercicio de hacer blog deja algunas enseñanzas. Hay que ser regulares en la publicación, diarios para ser exactos. Hay que escribir para los lectores. No hay que abusar ni de la extensión, ni de los temas, ni del lenguaje. Hay que saber titular y saber seleccionar los tags. Promoverse en las redes de blogueros, abrirse a la publicidad. Y aprender a escribir.

Yoani Sánchez, las bloguera cubana revelación,  dejó de ser una simple bloguera para convertirse en un fenómeno mediático. En septiembre, Generación Y, registró catorce millones de entradas en español. Está traducida a 16 lenguas. A mediados de noviembre, las referencias a Sánchez en Google se acercaban al millón, y su biografía en Wiki pedía era casi del mismo tamaño que la de Fidel.

Paradójicamente, el fenómeno Yoani, ha ocurrido de espaldas a la mayoría de los cubanos. El acceso a Internet es muy reducido para la población. Desde marzo de 2008 el Estado controla un filtro informático ralentizador que bloquea la entrada a Generación Y. Sin embargo, los textos circulan en memorias flash o a través de cadenas de correos electrónicos. Yoani no puede acceder directamente a su plataforma, ni ver su blog, dice que es una "bloguera ciega".

Yoani ha dicho, para explicar el fenómeno, que "había un fermento necesitado de una chispa y una generación que había callado durante mucho tiempo". La necesidad de expresión de la gente, alguien dispuesto a escribir para la gente, y las nuevas tecnologías de escritura, convirtieron su blog en una bandera, reconocida fuera de Cuba, y obligada a arriarse en su interior.

"Yo camino sobre un terreno nuevo que permite que la voz se amplifique a unas dimensiones increíbles" agrega Joani. Un portátil, un celular, un blog, son herramientas que entre otras muchas cosas pueden y deben usarse contra el poder. La mayor prueba de su éxito como bloguera, está en haber hecho reaccionar al poder. La persiguen los blogueros fletados de los Castro, de Chávez, la policía secreta, la gente del partido, la policía. No la dejan salir, la tienen secuestrada en la patria de Martí. La tecnología también conspira.

Pero será por tener mucha gente que la lee que puede llegar a molestar el poder, o será por haber molestado al poder que mucha gente la lee?

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