"No voy a permitir que me comparen con Somoza"
Roosvelt también recibió a Tachito Somoza en Washington. Cuando los políticos y la prensa le increparon por el tratamiento que se le daba al sátrapa, él les dijo: Sí claro, Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta. Cuando Bush recibe a Uribe, suponemos no se ha de referir a él en los mismo términos. Pero cuando es el Congreso, de mayoría demócrata, quien lo recibe a través de sus miembros y algunas comisiones, no es que crean que Uribe es un Somoza, pero están convencidos que es un Presidente necesariamente cuestionado por los acontecimientos en Colombia. Y como tal lo tratan, como tal lo indagan, como tal le reclaman resultados. Vaya trabaje, le dijeron amablemente. No es necesario que venga con tanta frecuencia, haga algo y hablamos. A su regreso, en un consejo comunitario en Buenaventura, a raíz de la ola terroristas desatada por las Farc contra la población, Uribe aprovechó la calentura para pedirle respeto al Congreso norteamericano. Allá fue a decir que los guerrilleros están replegados, que se han desarticulado, que las FARC están dando un coletazo terrorista ante su fracaso militar. Pero no han pasado dos semanas y asesinan a los ex diputados del Valle. En un arrebato retórico, que se ha interpretado como una respuesta tardía que debería haber dado en Washington, no aquí, le recordó al Congreso que la condición de aliada hemisférica de Colombia, no se podía confundir con una relación entre amos y siervos. Dijo que no estaba dispuesto a que le dieran un trato de Somoza. El mismo lo trajo a colación, sin que nadie se lo estuviera preguntando. Rudolf Hommes en un arrebato de dignidad nacional sugirió no aceptar los recursos del Plan Colombia. El Congreso le prolongo lo beneficios del Aptdea a Colombia durante dos años, le redujo en un 10% el presupuesto del Plan Colombia y le ordenó ampliar la proporción de inversión en lo social al 40%. Y naturalmente la bancada demócrata le puso en la nevera el TLC, mientras el gobierno no aclare el escándalo de la parapólitica. Los demócratas no han sido nunca afectos a votar los TLC. El Comité para el Hemisferio Occidental del Congreso está indagando a la Chiquita Brand y la Drummond, por la financiación de grupos paramilitares para la liquidación de sindicalistas y dirigentes.
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