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Alberto Rodríguez

El lugar común

El lugar común

Una de las plagas de la escritura, en toda su variedad, es el lugar común (lc). Me refiero a expresiones tan “consagradas” como desgastadas que se han usado millones de veces, plagios colectivos, saludos lingüísticos a la bandera, metáforas podridas. El lugar común es una plaga que afecta la originalidad. Hay muchas variedades y nacionalidades de (lc). Existen en todos los países y para todas las actividades. Y algo importante, es un cerco de alambre de púas entre los que escriben y los que redactan.

Un ejemplo en tono colombiano y “patriótico”:

“Dolor de patria” es lo que causa  al “colombiano de a pie” la entrega de los “más caros principios” de la nacionalidad, en una negociación que a “espaldas del país”, los “delegados plenipotenciarios” del gobierno, se “aprestan a firmar” en La Habana.

El “sentimiento que a los colombianos embarga” es de “incertidumbre y pesar” por “el sometimiento de los principios” democráticos a “fuerzas oscuras” que habiendo “atentado contra la institucionalidad”, ahora se disponen a “sentarse en las curules”.

 “Haremos uso del derecho que nos asiste” para “refrendar con convicción” nuestra “vocación democrática”, que “señala claramente” que no nos oponemos a la paz. Nos oponemos a la “forma artera” como se negociaron en La Habana, “nuestros más caros principios”.

“Con la mano en el corazón” votemos por el NO. Tengamos “visión de patria”, “sed de justicia”, “fe en nuestras instituciones”, “ilusión de porvenir”. “El mañana es hoy”. “No todo está perdido”, “lo último que se pierde es la ilusión”. “Salgamos a votar masivamente”. Respondamos con “fervor patrio” a “los retos trascendentales” que a “nuestra generación ha tocado vivir”.

Con “argucias jurídicas” el “gobierno de turno” “manipuló los hilos” de las instituciones, para “poner a su favor” el voto de los “conspicuos miembros” de la Corte Constitucional. “De buena fuente se supo”, “para nadie es un misterio”, que “más de uno” de los “honorables togados” se abstuvo. La “aplanadora oficial en el Congreso” “no va a impedir” que “a nombre del pueblo colombiano”, “señalemos sin vacilación” el “promisorio camino” del NO.

Votar por el SÍ “sería tanto como premiar” a los criminales que “hasta ayer” “asolaron nuestros campos”, “expulsaron a los labriegos” de sus labrantíos, y ahora “con las manos untadas de sangre” “se disponen a firmar” un “acuerdo lesivo” para el “futuro del país”.

En un acto de “responsabilidad moral” hemos “debatido en nuestra filas” las “consecuencias irreparables” de “darle vía libre” a los “acuerdos concertados”. “Por eso llamamos” “al voto consciente” a través del cual “le abrimos paso” a “iniciativa Colombia”. “Un proyecto de todos”. Una “propuesta de país” para los que anhelamos “una patria grande”, “digna de nuestros abuelos”.

“Qué feliz me siento de ser un buen colombiano”.

3 comentarios

jose luis -

De acuerdo con la critica. Pero alberto no entiendo el sentido, lo que quieres decir con "cerco de alambre de púas" si es un cerco, que encierra, puede ser de cualquier material para lograr el propósito de aislar.
Ahora si es un cerco transparente con decir un alambrado, se entiende que es un cerco. Ahora mi pregunta va sobre lo que quieres insinuar con las "puas". que es un material agregado a un alambre para que nadie pase. Deja mirar pero no pasar.

Ana Rita Jordán -

El señalar los lugares comunes obliga al autor a ser más esctricto en el escrito, extender el léxico para innovar.

daniel baeza -

el lugar común que mas me afecta:"que dios y la patria os lo demanden",aún en las últimas acciones de toma de posesion del nuevo-antiguo gobierno,se olvida que somos un pais laico,acofensional y siguen con la cantaletica.