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Alberto Rodríguez

Plan de negocios

Plan de negocios

Cuando terminó el gobierno Samper, que había bajado la guardia frente a las Farc, por motivos conexos con los hechos que lo llevaron al poder, las Farc tenían 25.000 hombres armados y una línea urbana de milicianos de 30.000 personas. Acababan de tomarse a Mitú, y tenían rodeada a Bogotá. En 1998, 3000 personas fueron secuestradas y la tasa de homicidios era de 58x100000. Colombia con Suazilandia eran los países más peligrosos del mundo. Al Presidente le habían retirado la visa, y en Washington se hablaba de un “estado fallido”.

Pastrana tenía que enfrentar cuatro problemas: el problema legado por un gobierno cooptado por la mafia, cuya primera revelación estaba contenida en los narco casetes, que él mismo había dado a conocer, pocos días después del triunfo electoral de Honesto. El problema de unas FARC grandes, alebrestadas, ricas, que hacían lo que les daba la gana. Una mafia que metía las manos en todo, hasta en el negocio, ponía presidente, se asociaba con el paramilitarismo y con las FARC, contrataba políticos, tenía medios y periodistas. Y un paramilitarismo ya formado en las lides de exterminio de la Unión Patriótica.

El Plan Colombia que se terminó la semana pasada, era el plan de negocios de la guerra. Paz Colombia que también arrancó la semana pasada, es el plan de negocios para la paz. Una lógica certera, pragmática. El Plan Colombia tenía tres retos: las Farc, el narcotráfico y lo social.

En lo social no hizo casi nada, era lo que menos importaba, la faceta políticamente correcta del Plan. Lo que de verdad importaba y a lo que había que aplicar todos los recursos, era a las Farc. Desde que comenzó hasta que terminó, USA desembolsó 10.000 millones de dólares. Pero de manera encubierta se hizo una transferencia de tecnología, armas y asistencia, para el uso de bombas inteligentes, que puso en marcha la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad y que costó otros mil millones. Todos los grandes golpes durante el gobierno de Monseñor Uribe y del Santico a las Farc, se consiguieron utilizando bombas inteligentes.

Contra el narcotráfico la lucha fue perdida, como tenía que ser. Es una lucha que no se gana por vía militar, igual que con las Farc. Hoy Colombia es el principal exportador de pasta de coca del mundo. Los cultivos se mantienen estacionarios, descendieron de 120000 hectáreas y se estabilizaron en 65. Dañarles la producción de insumos a la mafia y a las Farc, no es un gesto muy amistoso, en particular, porque las Farc son socios en Paz Colombia.

Pastrana montó en cólera cuando entendió que el acuerdo para la terminación del conflicto, no es un acuerdo para la terminación del negocio.   

El negocio podría ser un buen financiador del posconflicto. Con un poco de visión y sentido pragmático se haría una buena inversión.  

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