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Alberto Rodríguez

Isabel Moreno

Isabel Moreno

 Unos pocos días atrás, Julio Cesar Londoño publicó en El País de Cali una columna titulada el “Huracán Isabel”, en tono de obituario festivo, a la muerte de Isabel Moreno. Pide disculpas a la familia y al viudo, pero ha preferido que su columna salga limpia, quiero decir, que el reconocimiento a la finada no se confunda con un puré de loas. Londoño la muestra con gracia de retratista, la empelota después de muerta. Hace una caracterización que lleva la contraria al respetuoso adagio de que no hay muerto malo, de alguien a quien recuerdo con más frecuencia tras su muerte, y que fue mi mujer.

Me preguntaba, cómo hizo Londoño, para haberla padecido al punto de mostrar tan preciso conocimiento. Será su sagacidad intuitiva para entrever el carácter, la que le ayuda a escribir novelas aún a su pesar; o que la impertinencia expresiva de Isabel tenía demasiado acento. O una mezcla venturosa de las dos.

De Isabel, además de lo que dijo Julio, no sería mucho lo que habría que agregar respecto a su carácter. A lo sumo dos o tres recuerdos a finales de los años setenta. Verla doblar una esquina a las dos en punto de la tarde, ataviada con su uniforme escocés de secundaria, dirigiéndose a mi casa en donde la espero en la puerta con mi bebé en brazos.

 La familia de Isabel no tenía que comprender cómo siendo ella una niña, y yo un señor con bebé, y con señora, fuera a darse una tan grande gana de ir juntos. Al punto que su padre no tuvo más remedio que confinarla a su habitación.  Tenía que hacerlo todo para salvarla, y lo hizo, pero Corín Tellado había previsto otro designio: “…en el libro de la vida estaba escrito que cruzarían sus destinos”.

        Y claro está, uno de los recuerdos más marcados: Isabel Moreno saltando del segundo piso de su casa a las tres de una madrugada septembrina, lluviosa pero alegre, muy alegre, en Santa Fe de  Bogotá.



 

2 comentarios

ana maria -

Si, me parece muy bien que saques los recuerdos a flote. Está maravilloso el artículo.

Gabriel Ruiz -

Querido Alberto:
Afectuoso saludo. Nuestra solidaridad. Bello y expresivo tu texto. Lo mismo nos pareció el de JCL.
Cordialmente, Gabriel Ruiz / NTC ... http://ntcblog.blogspot.com/
PD: Qué bueno la foto más nítida u más grande.