La tragedia griega
Lo más grave de la tragedia griega es que podría llegar a convertirse en la tragedia europea. Los responsables directos del colapso económico griego, como de todos los males sociales en el mundo, son los políticos, los griegos, sus ministros de hacienda y sus banqueros. Son la sombra, el alma, el augurio de la tragedia.
La tragedia en síntesis: un país con una débil economía que durante muchos años gastó más de lo que producía. La diferencia entre ingresos y gastos, se compensaba con créditos internacionales, que veían en Grecia, un lugar interesante donde invertir. El déficit fiscal llega a 13.6%, entre otras cosas muy similar al de los Estados Unidos, del 12%, que triplica el de Colombia. Como resultado del desequilibrio la deuda pública griega ha llegado a 130 del PIB, una cifra que por sí misma, haría pensar que las medidas de salvamento que a regañadientes han debido aplicar los países fuertes de la eurozona – Francia y Alemania - , podría no ser más que una taza de té sobre el desierto.
Pero, como en el viejo dicho, cuando uno le debe un millón de pesos a un banco el problema es de uno, pero cuando le debe mil, el problema es del banco. El problema no es griego, es de todos los países de la eurozona, que actúan como una cadena de economías. El ensayo de crisis general del capitalismo durante la emergencia de la burbuja hipotecaria en los Estados Unidos, podría ser un ensayito a escala, de lo que sería, no la quiebra de un grupo de bancos que se dieron a especular, sino la quiebra de un grupo de países. Grecia arrastraría a los pobres de Europa, Irlanda, España, Portugal e Italia.
Los políticos y los banqueros griegos especularon con la economía griega, hicieron negocios grandes, se lucraron, falsificaron las cuentas nacionales para ingresar a la eurozona, maquillaron balances. Falsificaron el déficit, que según sus cuentas era del 3.5. El gobierno del socialista Yorgos Papandreu, que recibió este año una economía completamente minada, debió reconocer la realidad del fraude.
Lo que cualquier gobierno liberal haría frente a un déficit de la magnitud del griego sería provocar una devaluación, para que la promoción de exportaciones impulsara la recuperación. Pero Grecia no pude hacer eso, su moneda es comunitaria, y su valor en mercado no puede ser modificado por las autoridades económicas de ningún país. Así que a los socialistas les ha tocado decretar reducción de salarios, aumento de jornada laboral, ampliación de la edad de jubilación, aumento de impuestos. Medidas de emergencia contras las que el pueblo griego ha debido levantarse y que ya ha costado tres muertos.
Desde las primeras manifestaciones de principio de año, y durante todas las ocurridas en Atenas, un quiltro, grande, amarillo, viejo, callejero, criollo, ha sido fotografiado y registrado por los videos. Se mueve agitado, ladra, avanza contra la policía, retrocede, reagrupa. Actúa como un líder de la resistencia que se opone a que el gobierno griego le pase la cuenta al pueblo griego por la fiesta especulativa de los políticos y banqueros durante años - que terminaron por quebrar a Grecia - y que ahora le piden al pueblo que la salve. Para mí, tengo que el perro amarillo de Atenas es la re-encarnación del perro de Diógenes, el cínico, que ha venido a ladrarle a los corruptos de nuestra época, que no producen más que una amenazante sombra, que podría terminar cubriendo por entero los cielos de Europa.
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