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Alberto Rodríguez

Nos vamos pa´Cuba

Nos vamos pa´Cuba

Cómo no iba Obama a visitar la isla maldita del Caribe, si es que con el acuerdo se derrota el proyecto castrista. Los republicanos deberían agradecerle al Negro que finalmente hubiera liberado condiciones para que las Cámaras de Comercio de USA, invadan la isla: van a dar trabajo, va a haber mucha inversión, un mercado de bienes,  infraestructura, servicios, telecomunicaciones, que coparán el mercado interno cubano. Ya se está apostando, si en diez años será la Singapur del Caribe, o la Puerto Rico libre.

A Obama le preguntaron en la rueda de prensa, del Palacio de la Revolución, por Guantánamo, pero no soltó nada más allá de una ambigua declaración abstracta. A Raúl le preguntaron por los presos políticos. ¿Cuáles presos políticos dijo él al periodista que había hecho la pregunta? Mira chico, si tú al final de la reunión me entregas la lista de los presos políticos en Cuba, yo mismo hago que esta noche los dejen libres. Y terminó diciendo que el restablecimiento pleno de las relaciones estaba condicionado por la terminación del bloqueo.

El bloqueo: la gran queja cubana, la gran queja de todo el mamertismo internacional, es una falacia. El bloqueo llegó a ser política de estado, porque es la forma directa y efectiva de estrangular otras economías, que fue y es el destino manifiesto de USA. Si nadie nos vende y no podemos comprar a nadie, cómo sostener un país. Fue la URSS la que vino a darle la mano a Cuba, más que por razones de internacionalismo proletario, por razones geopolíticas que USA comprendía bien, pero también por razones de mercado, que los rusos comprendían bien.

Ya en octubre de 1960 USA responde a las expropiaciones a ciudadanos y compañías estadounidenses, con un bloqueo que excluía alimentación y medicinas, en febrero de 1962  endureció las medidas, y el embargo llegó a ser casi total.

En 1992 el embargo adquirió el carácter de ley. El Cuban Democracy Act  ratifica legalmente las sanciones, treinta años después. En 1996, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Helms-Burton Act. Se eliminó la posibilidad de hacer negocios dentro de la isla o con el gobierno de Cuba por parte de los ciudadanos estadounidenses. También quedaron impuestas restricciones al otorgamiento de ayudas públicas o privadas al gobierno de La Habana.

En 1999, el demócrata “Vill Clinton”  amplió el embargo, prohibió a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores a 700 millones de dólares anuales. Una ley transnacional.

Quienes con el bloqueo explican que el proyecto socialista no haya triunfado ¿qué esperaban? Que USA no actuara como imperialista, que no bloqueara y matoneara y saboteara, a Cuba.  No era un “tigre de papel” al que se enfrentaba el socialismo cubano. ¿De dónde acá se esperaba que USA hubiera respetado, que no hubiera intervenido, que hubiera tenido una respuesta democrática? El gobierno de USA hizo lo que el Establecimiento le exigió que hiciera, además lo único que le funcionó. No se puede responsabilizar al enemigo de que las cosas salgan mal. Pero también es cierto que jamás pudieron con el pueblo cubano.

Es el restablecimiento de relaciones, con todos sus efectos de mercado, lo que termina siendo una victoria final para USA, que ahorcó a Cuba durante cincuenta años y ahora le afloja la soga a condición de que se puedan volver a hacer todos los negocios en la isla de Maceo y de Martí. Lucky Luciano desde su tumba debió aplaudir.

Y lo más absurdo. Por encuestas se sabe que la mayoría del pueblo cubano quiere que se abran las puertas para que USA regrese. Hasta el mismo Raúl, que abrió la brecha.

Aunque bien podría decirse que Fidel desde su tumba se estaría revolcando, no lo voy a decir, pero quién sabe en que se estará revolcando. Por desgracia la vida le dio el tiempo para que, como en el “otoño del patriarca”, pudiera asistir con brumosa clarividencia al comienzo del fin.   

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